Epidemiología crítica y sufrimiento ambiental en un sector de la ciudad de Córdoba, Argentina.

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Critical epidemiology and environmental suffering in an area of Córdoba city, Argentina

a ,b, c Docente del Departamento de Medicina Familiar Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

Contacto: Ledesma Virginia Soledad.

virginia.s.ledesma@gmail.com.

Recibido: 05/10/2020.

Aceptado: 30/06/2021.

Autores: Ledesma Virginia Soledada, Ducoin Florencia Elinab, Ciuffolini María Beatrizc.

RESUMEN

Objetivos: Comprender desde la epidemiología crítica y la teoría del sufrimiento ambiental la experiencia de los habitantes del asentamiento “Las Tablitas” en relación a la presencia de un basural a cielo abierto en las proximidades del mismo. Metodología: investigación cuantitativa de tipo etnográfico. Se realizó un relevamiento en el asentamiento “Las Tablitas” mediante entrevistas estructuradas y dos preguntas de opinión a un miembro por vivienda. El análisis estadístico de los datos se realizó con Infostat. Se realizaron observaciones directas del basural, registros fotográficos, observaciones participantes en tres asambleas y 6 entrevistas en profundidad, se realiza técnica de análisis de contenido. Resultados: del total de 64 viviendas identificadas, se accede a entrevistar 51 siendo un total de 216 personas, con una edad media de 22,9 años siendo el 52,5% mujeres. Se obtienen datos para construir el perfil epidemiológico según modos de vida grupales y estilos de vida particulares. En las entrevistas en profundidad y las preguntas de opinión se detectan referencias negativas sobre la basura y el basural así como valoración positiva del mismo como recurso económico, para la construcción e inclusive para garantizar el alimento. Se identifican las distintas dimensiones del sufrimiento ambiental como el sufrimiento físico, psíquico, la incertidumbre y habituación. Conclusión: Tanto la epidemiología crítica como la teoría del sufrimiento ambiental nos permiten comprender la situación ambiental de la periferia urbano-marginal como un proceso de construcción socio-histórica. El concepto de proceso crítico permite abordar las contradicciones de un mismo fenómeno y de esta manera una nueva forma de pensar en salud.

PALABRAS CLAVE: Medio Ambiente y Salud Pública; Botaderos a cielo abierto; Epidemiología Social.

ABSTRACT

Objectives: the present investigation looks forward to explain through de critical epidemiology and the theory of environmental suffering the experience of the inhabitants of “Las Tablitas” about the presence of an open dump near them. Methodology: Qualitative investigation, ethnographic study. Structure interviewed plus two opinion requests during survey in “Las Tablitas”, for analyse of data Infostat was used. Direct observations were done, photographic registers, participant observations in three assemblies and six interviewed, content analyse was used. Results: from a total of 64 houses it has being interviewed 51 of them with a total of 216 people with a median age of 22,9 years being 52,5% of them women. With the data about grupal way of living and individual life style is built the epidemiological profile. During the interviewed were collected negative references about trash and the open dump and a positive valuation of the same things such as economic resource, constructive material, even as food. Different dimensions of environmental suffering are identify such as physical suffering, psiquic suffering, uncertainty and habituation. Conclusion: Critical epidemiology and the social theory of environmental suffering helps to understand the environmental situation of slum´s as a socio-historical process. The concept of critical process allow to approach the contradictions of one phenomena and at the same time a new way to think health.

KEYWORDS: Environment and Public Health; Open Dumps; Social Epidemiology.

ARTÍCULO ORIGINAL

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas la cuestión ambiental ha tomado mayor relevancia pública. En Argentina, a partir de la reforma constitucional de 1994 tomo carácter de derecho fundamental, tal como reza el artículo 41: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano (…)”. ¿Acaso todos los habitantes podemos gozar de este derecho? En la ciudad de Córdoba, específicamente en el sector sur de la misma, los ciudadanos reclaman y se organizan colectivamente ya que el medio en el que les toca desarrollarse no cumple con los estándares mínimos como reza la constitución. A partir de la declaración de la emergencia sanitaria de este sector de la ciudad por parte del municipio (1), esta investigación propone poner foco sobre un área del barrio Villa el Libertador, ubicado en la zona sur de Córdoba y su experiencia desde la perspectiva del sufrimiento ambiental (2) (3) (4).

A modo de contextualizar brevemente, Villa el Libertador es un barrio ubicado en la zona suroeste de la ciudad de Córdoba, por fuera del anillo de circunvalación; este cuenta con una identidad cultural e histórica muy marcada. En sus inicios esta zona pertenecía al cinturón verde de la ciudad, posteriormente con el arribo del desarrollismo en Argentina, comenzaron a instalarse industrias como la automotriz, conviviendo obreros y trabajadores rurales. En la década del 70´ fue uno de los barrios que sintió el impacto de la represión y desaparición forzada de personas, ya que desde entonces y hasta el día de hoy se caracteriza por la organización social y la lucha colectiva. Con el avance del deterioro del empleo y las condiciones generales en el país, fue transformándose en un sector marginal con sectores donde proliferaron viviendas precarias sumado al hacinamiento y falta de acceso a servicios básicos, siendo esta una tendencia común en las periferias de las grandes ciudades durante la década de los 90´(5).

En el trabajo publicado por Javier Auyero y Débora Swinstun (2) sobre la situación de Villa Inflamable, territorio ubicado en la margen del Polo Petroquímico de Dock Sud (Buenos Aires) se desarrolla la categoría de sufrimiento ambiental. Las características de estas poblaciones permiten establecer un paralelismo ya que ambas comparten la condición de ser territorios urbano-marginales y la presencia de elementos degradantes para la salud colectiva. En el caso de Villa el Libertador estos elementos degradantes son la contaminación del Canal Maestro Sur, la contaminación de las napas de la mano de la falta de cloacas y el colapso de pozos sépticos con el consecuente derrumbe de viviendas así como la presencia de basurales a cielo abierto. Por otro lado se toma el trabajo de Marcelo Sarlingo (3) quien analiza la experiencia en un poblado de la llanura pampeana argentina, Colonia Hinojo, poblado rural urbanizado que comparte características de este tipo de sufrimiento social, que busca comprender el proceso de contaminación y producción social de conocimiento sin caer en la simplificación causa-efecto (6).

La presente investigación parte además de la propuesta teórica de la Epidemiología Crítica (7), en el marco de la Carrera de Especialización de Medicina General y de Familia de la Universidad Nacional de Córdoba, UNC en la cual se busca construir el perfil epidemiológico de la población bajo cuidado, en este caso, el asentamiento “Las Tablitas” del barrio Villa el Libertador fue definido como tal por parte del centro formador.

A lo largo del proceso de investigación se llevaron a cabo distintas instancias colectivas en las que se logró construir la matriz de procesos críticos (8) identificando al proceso crítico medioambiental, puntualmente la presencia del basural a cielo abierto como de mayor relevancia.

Se define como objetivo comprender desde la epidemiología crítica y la teoría del sufrimiento ambiental la experiencia de los habitantes del asentamiento “Las Tablitas” en relación a la presencia de un basural a cielo abierto en las proximidades del mismo.

METODOLOGÍA

La presente es una investigación cuantitativa descriptiva y cualitativa de tipo etnográfico. Se llevó a cabo entre junio de 2015 y mayo de 2018. Se sitúa en el asentamiento “Las Tablitas”, sector del barrio Villa el Libertador de la ciudad de Córdoba, ubicado a 200 metros del centro de salud N°41 (centro formador de la Carrera de Especialización de Medicina General y de Familia, UNC) y del basural a cielo abierto.

Se realizaron observaciones directas del asentamiento y del basural, así como registros fotográficos de este último. Para la construcción del perfil epidemiológico de “Las Tablitas” se realizó un relevamiento utilizando como instrumento entrevistas estructuradas indagando los modos de vida grupales (7) (8) composición familiar, antecedentes patológicos de cada miembro (la construcción de este dato tiene limitaciones metodológicas ya que la información es brindada por un miembro de la familia, y lo que este entiende por problema de salud), redes institucionales con las que cuenta la familia, condiciones habitacionales (situación dominial, número de habitaciones, material de piso, techo y paredes, accesibilidad a servicios), situación de escolaridad de cada miembro de la familia, situación laboral de cada uno y finalmente dos preguntas de opinión acerca de la percepción del basural y que le preocupa del barrio. La carga de dichos datos se realizó en Excel y el análisis de los mismos con Infostat. Se realizaron observaciones participantes en tres asambleas en las que se construyó la matriz de procesos críticos (8), definiendo el basural a cielo abierto y las implicancias de su presencia (afectación del paisaje, humo, olor putrefacto, presencia de roedores) como proceso crítico relevante. Posteriormente se realizaron seis entrevistas en profundidad a mujeres de entre 44 y 70 años de edad habitantes de “Las Tablitas” quienes fueron identificadas como informantes clave. Para el análisis de las entrevistas y de las preguntas de opinión del relevamiento se utilizó la técnica de análisis de contenido (9).

RESULTADOS

El asentamiento “Las Tablitas” surge en el contexto de crisis de 2001, en dicho terreno se ubicaba una fábrica que fue abandonada tras entrar en quiebra y lentamente fue siendo ocupado por distintas familias para construir sus viviendas. Al momento de la investigación se identificaron 64 viviendas, de las cuales se pudo entrevistar 51, siendo un total de 216 personas relevadas. La edad media de sus habitantes es de 22,9 años siendo el 52,5% mujeres.

Las condiciones grupales de trabajo (7) muestran entre los hombres predominio del empleo precario (40%) dentro del sector de comercio y servicios (limpia vidrios, vendedor ambulante, reciclador, etc.) y en la construcción. Un 20% de las mujeres en edad productiva son amas de casa, siendo esta una labor no reconocida en la cadena de producción.

Solo el 7,75% tiene el secundario completo. Las viviendas son en su mayoría construcciones de material (92%) y el resto son casillas de madera, ninguna de las familias posee título de propiedad ya que el terreno se encuentra en un proceso judicial entre acreedores y un grupo de vecinos que presentaron un amparo para evitar su desalojo. Los servicios de luz y de agua en su totalidad presentan conexiones irregulares. La eliminación de excretas se realiza a través de pozos con o sin cámara séptica en el 87,5% de los casos.

En cuanto a los antecedentes patológicos el 29,3% negó tener alguno, seguido del 7,5% que manifestó hipertensión y el 5,6% tabaquismo. Las manifestaciones respiratorias crónicas como EPOC/Asma representaron el 0,5%, al igual que las infecciones respiratorias recurrentes.

Por último, se pudo identificar la presencia de la religión como red y contención de las familias, teniendo el 39,2% de las familias participación activa en alguna de las Iglesias cristianas presentes en el barrio.

El basural: protectores y deteriorantes

Consumir y desechar son prácticas que condensan una trama de procesos y fenómenos que hace ya varias décadas se han convertido en una vía posible de análisis para entender buena parte de lo que sucede en la sociedad actual (10). Vivimos en una sociedad marcada por el consumo o deseo del mismo y la constante producción de objetos destinados a ser desechados. La basura suele presentarse como aquello que ya no queremos ver, como problema de contaminación que debe ser resuelto o como recurso y/o fuente de subsistencia (11). Lo antes expuestos muestra los movimientos dinámicos y contradictorios característicos de los procesos críticos (7) (8).

En la primera asamblea realizada en el año 2015 participaron miembros del centro de salud, vecinos del barrio y representantes de instituciones como las escuelas primaria y secundaria y del centro vecinal. En ese entonces se introdujo la preocupación del equipo de salud por los potenciales daños ocasionados por la presencia del basural a cielo abierto y la asociación empírica de la quema del mismo y las patologías respiratorias. En contraste, durante las observaciones en el basural se presenta otra realidad como la que relata “M”, hombre de 55 años reciclador: “el basural es una fuente de trabajo, para quienes no tienen trabajo, pueden cirujear, recoger latas, cartón, telgopor, plástico, botellas, etc. Lo que juntan lo venden a La Chola que es un compraventa de chatarra. Lo que recolecta alcanza para comer en el día” (Notas de campo 13/9/2016). Esta situación se vuelve a repetir en otro encuentro donde un joven de 19 años junto a su padre, cuenta que desde que es chico lo acompaña a recolectar chatarra para luego venderla. Estos relatos de recolectores informales contrastan con la regulación de la actividad expresada en la ley provincial N°9088 de gestión de residuos urbanos (10), la cual plantea la promoción de cooperativas o asociaciones de recolectores que den un marco y condiciones laborales dignas y de bioseguridad; realidad lejana, ya que carreros y recolectores relatan conflictos con la autoridad policial y dificultad para la organización.

“S”, hombre de 40 años, refiere durante el relevamiento: “yo comí muchas veces de ahí, la primer pieza de la casa la levante con material de allá”, como señala Álvarez (11) los hombres y mujeres que tratan la basura han superado la barrera que le impone el asco; de esta manera logran satisfacer una necesidad tan básica como el alimento.

El basural: protectores y deteriorantes

El sufrimiento ambiental es una forma particular de sufrimiento social causado por las acciones contaminantes concretas de actores específicos (2), dándole forma a la experiencia de este sufrimiento los universos interactivos y discursivos.

Las construcciones discursivas son un elemento fundamental, un ejemplo es como desde la percepción de los equipos de salud y de los mismos vecinos se identifica la afectación de la salud, en este caso asociando empíricamente la quema en el basural con las manifestaciones respiratorias prevalentes en los motivos de consulta generales, mientras que en el relevamiento identificamos que las mismas no representan más del 1%; cabe aclarar que el área de atención del centro de salud cubre una extensión mayor al asentamiento. Debemos comprender que es tan importante la “toxina” como la construcción social de la misma, donde se articula el padecimiento subjetivo y los discursos colectivos construidos a partir de la constatación de la aparición de la enfermedad y de la percepción del entorno degradado.

“Al caminar por el asentamiento y desde allí en dirección al basural se observa basura en las calles, aguas servidas en las márgenes de la vereda, contenedores desbordados de bolsas e insectos que revolotean, llegamos al basural, hay una montaña de basura, muchas ratas y perros muertos” (Notas de campo 03/2016).

Distintas dimensiones componen el sufrimiento ambiental, una de ellas es el sufrimiento físico; en alguno de los relatos podemos ver la presencia del mismo: “somos seres humanos, merecemos esto limpio, es malísimo para los que tenemos problemas de los bronquios” (“X” mujer de 56 años). Esta dimensión es indisoluble del sufrimiento psíquico que se manifiesta desde la experiencia individual como de la interaccional: “el otro día quemaron sustancias tóxicas, putrefacto, mande a mis nietos para que se encierren porque no se puede respirar” (“E” mujer de 56 años), en este caso se identifica el miedo y como encuentra en el encierro una solución posible, esto lleva a que el disfrute del espacio público, así como las posibilidades de interacción, se vean alteradas; “J” mujer de 50 años, decía lo siguiente: “(…) realmente la pasamos mal, en un momento no se podía pasar, esa calle se cerró. Es una de las calles que tenemos de salida y acceso al lugar donde vivimos y hubo un momento que estaba tapada en basura… se cerró la calle directamente”, “muchas veces, a la tarde no te podes sentar en el patio porque el olor de la basura es insoportable”. El impacto en las relaciones interaccionales se trasluce en distintos momentos donde se hace alusión a la desunión de los vecinos, el desconocimiento de quien es el otro, que contrasta con el relato de los habitantes más antiguos que cuentan de un tiempo donde existía la cooperación entre vecinos.

La incertidumbre y confusión son elementos discursivos presentes que hacen al sufrimiento colectivo, “Hay muchos problemas que yo veo por los chicos, siguen habiendo muchos problemas respiratorios. No entiendo a veces el por qué, pero cuando hicimos el primer relevamiento que hicimos con B. hace como 5 años, nos encontramos con un montón de temas respiratorios que eran por tema edilicio, no son las óptimas casas, pero están mucho mejor que antes. Problemas respiratorios hoy los sigo viendo, si yo me pongo a comparar cuando hago los relevamientos adentro, de 10 casas 8 tienen los nenes con tos.” (“G”, referente de las Tablitas, agosto de 2016).

Es la incertidumbre por el futuro la que contrasta con la representación de un pasado idílico: “yo siempre digo, que lastima… porque yo conocí Villa el Libertador cuando no era nada, era barranco, era todo calle de tierra, pero era lindo… no solamente Villa el Libertador… todo Córdoba (largando una carcajada)”; “acá era monte” (“I” 62 años, jubilada). Esta frase condensa de qué manera se ha ido degradando el entorno urbano como proceso histórico aunque el desarrollo de este tema escapa los fines de este trabajo (7) (12) (2) (3).

La habituación tanto sensorial como cognitiva ante distintos estímulos es un elemento esencial del sufrimiento ambiental, donde muchas veces la convivencia con factores degradantes para la salud ha dejado de ser novedosa o significativa (3), incluso al punto de la negación Durante el relevamiento, aquellas familias que vivían hacia el oeste, en el ingreso más alejado del basural, referían no sentirse afectadas por la presencia del mismo o como refirió una de las entrevistadas: “nunca había notado su existencia”. Aunque se tiene presente los factores ambientales, en la cotidianeidad la presencia de los residuos pasa a segundo plano, si vemos un grupo de niños jugando al lado de una montaña de basura no se está analizando constantemente la exposición. Esto permite que se desaten procesos de acostumbramiento y resignación: “yo ya estoy acostumbrada (…) prefiero aguantarme el olor que salir a hacer cortes” (“O” 70 años, jubilada).

Ante reclamos o búsqueda de soluciones individuales se torna dificultoso encontrar los canales institucionales para vehiculizar los mismos, pasando por distintas dependencias sin respuesta. Desde las autoridades o sus representantes barriales corren rumores de acciones posibles, como la eliminación del basural, la relocalización de las viviendas del asentamiento ante la falta de urbanización del mismo, o la construcción de un polideportivo, pero ninguna información oficial que albergue alguna esperanza concreta para los vecinos, dejando en evidencia de que manera los gobiernos locales llevan adelante la gestión ambiental.

CONCLUSIÓN

La declaración de la emergencia sanitaria en un sector de la zona sur de la ciudad de Córdoba, incluyendo a Villa el Libertador dentro del mismo, dio el marco para que a partir de la carrera de formación en Medicina General y Familiar se realice esta investigación poniendo el foco en la cuestión ambiental.

Ante la realidad que se presentó a lo largo del trabajo de campo, específicamente los discursos de puesta en valor de la basura, evidenciaron la imposibilidad de analizar este fenómeno desde el paradigma empírico analítico que impone la formación científica en salud, encontrando en la epidemiología crítica una posibilidad de comprensión para poder analizar la relación “social-biológico” y “sociedad-naturaleza” (12) desde la determinación social de la salud y sus dimensiones. Estas dimensiones son tres, la dimensión general, para la cual se realizó una revisión histórica desde lo micro a lo macro (desde el barrio a la situación general del país); la dimensión particular, que se expresa en los modos de vida grupales identificados a partir de los datos del relevamiento y la dimensión singular, que se pone en evidencia a lo largo de los distintos encuentros y en las entrevistas en profundidad (7) (8) (12).

Por otro lado se encuentra en la teoría social del sufrimiento ambiental un marco teórico que permite profundizar el análisis del proceso crítico ambiental. Tanto los planteamientos teóricos de Breilh como Auyero nos sitúan en una comprensión donde la realidad de “Las Tablitas” no es azarosa ni única, sino que se corresponde a procesos generales histórico-económico y sociales que hacen a la construcción marginal de las periferias urbanas (7) (2) (6) (3).

Auyero nos permite comprender que el conocimiento sobre el ambiente y el riesgo son socialmente e institucionalmente construidos (6). Es así que en la primera asamblea entre instituciones y vecinos surge la preocupación de los profesionales sobre los efectos nocivos del basural y la quema en el mismo sobre la salud de las personas, pero a la hora de salir al terreno y escuchar a quienes conviven con el mismo, nos encontramos con relatos de puesta en valor del basural. De esta manera la comprensión del impacto en la salud de los habitantes de la zona ya no se puede medir desde las consultas por dolencias físicas sino que debe ser comprendida como un proceso multidimensional e histórico. Si vemos quienes hacen una referencia positiva del basural veremos que son varones en edad productiva que se ubican como proveedores de su grupo familiar e identifican la basura y al basural como recurso. Por otro lado quienes mencionan los efectos negativos del basural son mujeres, quienes ejercen los roles de cuidado, dato que observamos en el relevamiento, ya que el 20% de las mismas son amas de casa.

En las periferias acceder a la vivienda, al alimento, a los recursos económicos tiene múltiples maneras que a lo largo del trabajo de campo se han ido identificando. Son estrategias para vivir o sobrevivir y el atravesarlas puede cambiar la percepción de salud-enfermedad, así como la percepción del riesgo.

El concepto de proceso crítico nos permite analizar las contradicciones de un mismo fenómeno y de esta manera el desafío de llevar adelante una nueva manera de pensar en salud.

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